Dos temporadas han pasado de la serie El Ministerio del Tiempo, dos temporadas que saben a poco, por eso estamos ansiosos de que RTVE confirme que habrá una tercera…es factible, es probable, es la única solución a todos los interrogantes que los seguidores de la serie, «Los Ministéricos«, nos hacemos; pero son tiempos convulsos y difíciles y la política domina. Hay quienes mantienen que el del Tiempo es el único ministerio que funciona bien.
Lo cierto es que tras una primera temporada que supuso un boom al que la gente se fue acercando con curiosidad de ver algo distinto, algo original y sobre todo, algo bien hecho, esta segunda temporada se nos ha pasado volando, despejando no sólo la duda de sí era posible mantener el mismo nivel de calidad – la respuesta es un sí rotundo- sino también haciéndonos disfrutar de la evolución de los personajes y regalándonos un montón de historias, de distinta índole pero bien hilvanadas. El Ministerio del Tiempo es una serie multigénero, es decir que podemos encontrarnos con un capítulo de hilarante comedia y con otro de suspense, pasando por el drama y la acción, eso sí manteniendo siempre un hilo de unión basado en un buen manejo de la ironía, de la historia y de la adecuada conexión entre los personajes tanto principales como secundarios.
EVOLUCIÓN DE LOS PROTAGONISTAS
En esta segunda temporada hemos visto como Julián (Rodolfo Sancho) ha sido capaz de empezar a superar la muerte de Maite (Mar Ulldemolins), su mujer hasta el punto de que en el último capítulo se dio cuenta de que la prefería recordar tal como era que tener pero con una personalidad distinta. Y como su mente permanentemente reacia empieza a fantasear con el cariño que le tiene a su compañera Amelia. Y es que su estancia en Las Filipinas de 1898 le han dado para pensar mucho, e incluso para ir narrando sus aventuras en podcast para la web del Ministerio.
Amelia Folch (Aura Garrido), la tímida chica que entró en el Ministerio desde su papel de joven burguesa precursora entre las mujeres estudiantes del s.XIX, también ha evolucionado mucho en esta temporada, asumiendo su papel de dirigente de la patrulla y enfrentándose cara a cara a grandes personalidades de la historia de España, como el mismísimo general Spinola. Y ante la añoranza de su compañero Julián y la preocupación que le suponía conocer datos sobre su futuro que a cualquiera en su lugar se le harían muy cuesta arriba, se deja ir seduciendo poco a poco por la sonrisa de Pacino (Hugo Silva) que logra hacerse un hueco en su corazón.
Alonso de Entreríos (Nacho Fresneda) sigue alucinando con los adelantos técnicos del s XXI, pero manteniendo su estricto código moral del S. XVI. dando lugar a situaciones bastante curiosas. El destino le ha premiado por su buena voluntad poniendo en el cuerpo de su amada Blanca, a una mujer del s XXI llamada Elena, de la que inevitablemente cae prendado.
Pacino (Hugo Silva) fue el personaje elegido para cubrir durante los primeros capítulos de esta segunda temporada la ausencia de Julián, un policía del Madrid de los barrios en los años 80 un poco macarra y chulesco pero con muy buen fondo que ha conseguido que ardan las redes para pedir que vuelva en la tercera temporada.
Pero la temporada ha dado para mucho más, hemos visto la lealtad hacía el Ministerio y su jefe de Irene Larra (Cayetana Gullén) renunciando incluso a su relación con Susana Torres (Mar Saura). Hemos conocido más sobre la vida pasada de Salvador Martí (Jaime Blanch) que se ha vuelto un personaje más cercano. Como también ocurre con el serio Ernesto (Juan Gea) que ha incluso descubierto que es padre de un youtuber y descubrimos su lado latin lover. Y nos hemos reído bien con Angustias (Francisca Piñón), la secretaria cotilla que conquistó al mismísimo Napoleón.
Los hermanos Olivares, Pablo (recientemente fallecido) y Javier son los creadores del Ministerio del Tiempo, una serie que rompe moldes, una de sus principales características es su repercusión en las redes sociales, cada capítulo se convierte en trending topic de twitter. Por eso Javier mantiene que es importante no analizar los índices de audiencia como se venía haciendo de manera tradicional, ya que son muchos los que ven la serie más tarde de la emisión del capítulo, a través de la web, y es muy importante la interacción y el diálogo que se ha establecido entre la serie, sus creadores y los Ministéricos.
Fernando López Puig es el director de ficción de RTVE, si bien no ha confirmado la continuación de la serie una temporada más, al menos se ha manifestado optimista al respecto:
«Ahora mismo la cadena está valorando las condiciones. La serie ha ido creciendo en la primera y la segunda temporada y queremos que las condiciones sean las mejores. Si conseguimos esas condiciones…habrá una tercera» son sus palabras, a las que añadió » la audiencia es buena en el aspecto lineal, pero también en el diferido».
En eso de poder continuar, Javier Olivares aprovecha para quejarse del poco margen que se da en España para confirmar la renovación o no de una serie, lo que trae consigo muchos problemas logísticos. Javier tiene claro como querría que fuese la tercera temporada, muchos seguidores apuestan por la vuelta del personaje de Pacino y él también desearía que así fuera. En cuanto a la temática le gustaría abordar más temas latinoamericanos, haciendo un guiño a los muchos seguidores que tiene allí la serie.
En definitiva hablamos de una serie que está consiguiendo rejuvenecer al público que sigue la primera cadena de RTVE, una serie original (hay varios países valorando adoptar este formato) que sabe mezclar el elemento educativo utilizando la historia real del pasado español, con la ciencia ficción y lo hace además abordando los más diversos géneros cinematográficos, cuidando los detalles al milímetro y consiguiendo que un gran elenco de actores participen en ella dando margen para que los guiones sean variados e impactantes.
Esperamos ansiosos el anuncio de la tercera temporada.
