Joel y Ethan Coen se han convertido en los mayores exponentes del cine independiente norteamericano; representan todo lo que un cineasta soñaría con llegar a ser. Y no es para menos. Expertos en comedias y cine negro, los hermanos cuentan ya con cuatro Oscars de la Academia. En esta nueva comedia, ¡Ave, César!, nos presentan un auténtico homenaje a la industria cinematográfica de Hollywood combinado con un humor muy agudo, algo característico de su cine.
Todo comienza en los años 50, cuando la Corte Suprema de los Estados Unidos fuerza a los estudios cinematográficos a deshacerse de sus cines. La televisión acababa de nacer y amenazaba al cine con quitarle el público; y por si fuera poco, la Guerra Fría y el temor rojo estaban florenciendo. En este contexto, los hermanos Coen nos brindan ¡Ave, César!. Una película ambientada durante los últimos años de la época dorada de Hollywood. En ella, uno de los grandes estudios cinematográficos del momento pretende embarcarse en una superproducción de romanos protagonizada por una gran estrella, Baird Whitlock, pero el actor es secuestrado durante el rodaje. Entonces, uno de los trabajadores de la productora, Eddie Mannix, es el encargado de reunir los cien mil dólares para el rescate.
¡Ave, César! llegó a los cines el pasado 19 de febrero. En el mismo podremos encontrar escenarios de lo más pintorescos con un George Clooney presumiendo de piernas vestido de romano, a Channing Tatum bailando como si fuera un auténtico profesional, además de a Scarlett Johansson reencarnada en Esther Williams. Pero parece que esta vez, se han puesto melancólicos y han preferido hacer una comedia más blanda, quizás, por no morder la mano que les da de comer. Puede que le falte algo de perversión pero, el filme es una incondicional declaración de amor a la profesión. Y sólo por eso, merece que vayamos al cine a verla.
