Harry Potter, Crepúsculo, El Señor de los Anillos, Piratas del Caribe, La Guerra de las Galaxias, X-Men…¿qué tienen en común todos estos títulos y a poco que pensemos muchos más?, es fácil son sagas de películas muy taquilleras. Evidentemente cuando una película funciona, es decir, gusta a mucha gente y es rentable, si el argumento lo permite tiene mucha posibilidades de convertirse en saga. Por eso no se entiende muy bien, la revolución mediática surgida a partir del anuncio hecho por el director James Cameron, junto con la 20Th Century Fox. Decía Cameron que había tomado la decisión de hacer 4 películas más de Avatar. Es decir, 4 películas independientes pero relacionadas entre sí, teniendo todas en común el desarrollarse en el mundo de Pandora.
Hemos decidido embarcarnos en un proceso cinematográfico verdaderamente masivo…hemos empezado a chocar contra las limitaciones de nuestro arte (…) hay demasiada historia que contar» eran las palabras del director en la rueda de prensa.
La primera de las nuevas películas de Avatar la podremos ver en el verano de 2018, luego vendrán en 2020, 2022 y 2023.
James Cameron es uno de esos directores que no dejan a nadie indiferente, el canadiense ha sido apodado como «el Rey Midas de Hollywood» ya que tiene la capacidad de convertir en dólares todo lo que toca. «I´m the King of the world» vociferó al recoger la estatuilla del Oscar a mejor película en 1997 por Titanic.
Caso curioso es que incluso entre sus fans hay diversas opiniones, una parte ama sus películas de acción como Aliens, Mentiras Arriesgadas, Terminator 2 o Abbys pero detestan las que aman la otra parte, Titanic y Avatar, tachándolas de excesivamente románticas y sentimentales.
Sin embargo algo deben de tener estas cintas cuando consiguen cautivar y arrastrar al cine a millones y millones de personas de todo el mundo. Titanic fue un éxito de taquilla sólo superado curiosamente por Avatar.
Pero ¿qué tiene Avatar para ser considerada una de las películas más exitosas de la historia? 9,2 millones de personas la vieron en el cine, y 6,2 millones cuando fue emitida en televisión.Con un presupuesto para su realización de 237 millones de dólares más 150 de marketing su recaudación superó los 2000 millones de euros.
Uno de los puntos fuertes del largometraje fue el uso de la tecnología 3D implementada correctamente por primera vez. Sin embargo tiene que ser algo más, pues las salas que no la emitían en 3D también se llenaron en aquel 2009. Todo el mundo quería ver Avatar, funcionaba eso que siempre lo hace con el buen cine, el boca a boca. Y eso a pesar de la condena del Vaticano, que la acusaba de cambiar a Dios por la Naturaleza, de las acusaciones de plagio de un proyecto por parte de los rusos, de la crítica al gobierno de los EEUU. y de las suspensión de la cinta en todas las salas chinas que no la emitieran en 3D pues temían que el mensaje pudiera incitar al pueblo a la rebelión.
Avatar es una película que no puede ser contada, necesita ser vista, ser sentida. Y ahí es donde se desvanece la crítica de quienes afirman que es una historia ya contada, que es la historia de Pocahontas o Bailando Con Lobos. El propio Cameron reconoce que se basó en las grandes historias del cine, como Jugando en los Campos del Señor de Héctor Babenco. Pues al fin y al cabo eso es hacer cine, contar la misma historia de otra manera hasta conseguir hacerla nueva.
Y en esto el éxito de Cameron es innegable, Avatar nos cuenta una historia de un viaje, de conexión con la Naturaleza, de la importancia de lo básico, una historia de ecología, antibelicista (ha sido interpretada como una crítica a la guerra de Irak), pero lo hace a través de una estética impactante, creando literalmente un mundo nuevo de la nada. Pandora es una luna que gira alrededor de un planeta llamado Polifemo, todo un satélite creado a través de la tecnología de la empresa Weta Digital para nuestro deleite, un mundo nuevo que vamos descubriendo poco a poco a lo largo de las casi 3 horas de película. Un mundo completo ha de ser un mundo habitado y este lo está por los Na´vis, seres humanoides de piel azul y rasgos felinos, nunca antes vistos y que a pesar de tener característica humanas son muy distintos a nosotros, aunque curiosamente acabamos como espectadores identificándonos más con esos seres azules que con los propios humanos.
Los Na´vis tienen su propia historia y su propia lengua, nada es dejado al azar, su idioma ha sido creado exprofeso por Paul Frommer, profesor del USC Marshall School of Business especialista en lingüística, una lengua que va siendo ampliada por los propios fans de la película. Avatar está llena de sentido de la magia y de la maravilla y eso hace que podamos evadirnos, adentrarnos en ella y disfrutar. Es cierto, es sentimental, tiene un punto infantil, es melodramática, es larga pero tiene también todos esos puntos que hace que una buena historia enganche al público.
Por todo eso, Cameron que siempre ha tenido las ideas claras apuesta fuerte por ella, por eso y porque el descubrimiento de un mundo nuevo siempre da mucho de sí. Así que cuando llegue el momento no nos cabe la menor duda de que a pesar de las críticas los cines volverán a llenarse y muchos verán Avatar con el corazón.
