Ingmar Bergman, navegó entre la literatura, el teatro y el cine, de una riqueza extraordinaria. Su cine es un constante debate sobre el individuo, el temor hacia la muerte, el sentido de la vida… un planteamiento existencialista con unos matices muy diversos que deriva de la estética nórdica. La complejidad de las relaciones amorosas se aborda en múltiples ocasiones, siempre están presentes las relaciones personales. El tema religioso, la búsqueda de Dios como vía para encontrar el sentido de la vida también está presente.Es un universo artístico más que comercial, y es algo que se nota. Hay un deseo de hacerse con toda la herencia literaria y jugar con la reflexión existencialista.
Es un cine que enraíza con la tradición escandinava, la naturaleza se funde con los sentimientos del individuo, es una naturaleza cambiante. La evolución de los personajes está mediatizada por la evolución de la naturaleza, siempre acompañando a las historias. Tiene una raíz existencialista, el peso del protestantismo y el pesimismo.
Fresas salvajes (1957)
El actor principal de la película es encarnado por unos de los grandes directores suecos. Es un profesor jubilado que va a recibir un homenaje a toda su carrera profesional y está preparando su discurso. Hace un recorrido al pasa
Las fresas salvajes son un fruto que dura muy poco tiempo, alcanzan su esplendor y a los dos días ya se han estropeado. Esa fugacidad del tiempo es lo que expresa habla esta película a través de la figura del profesor. Es una reflexión vital y personal sobre el sentido de la vida.