Diario del Cineasta

«Le prenom»: ¿Es el nombre tan importante?

Elegir un nombre para un recién nacido es algo muy importante. Es la palabra, o conjunto de palabras, que lo designarán durante mucho tiempo. Algunos pueden llegar a ser reconocidos únicamente con él.

Con esta premisa, tenemos la película cómica francobelga El nombre (Le prenom, 2012) dirigida por Alexandre de La Patellière y Matthieu Delaporte. Adaptada de la obra de teatro homónima escrita también por ambos. El reparto protagonista de la película lo componen: Patrick Bruel (Paris-Manhattan, 2012), Valérie Benguigui (serie Avocats et Associés), Charles Berling (Elle, 2016) y Guillaume de Tonquédec (serie Fais pas ci, fais pas ça). Además aparecen Judith El Zein y Françoise Fabian como secundarias.

Vicent (Bruel) y su esposa Anna (El Zein) son invitados a cenar a la casa de Pierre (Berling) y Élisabeth «Babou» (Benguigui), hermana de Vicent. Además también estará Claude (de Tonquédec), un amigo de todos ellos. Mientras esperan a que llegue Anna, que por asuntos laborales se retrasa, se ponen a hablar sobre el futuro nombre del bebé que esperan. Y es a partir de aquí, cuando la amistosa velada se tuerce.

La premisa de la que parte el argumento: el nombre de un bebé, permite a los directores tocar distintos temas que en tono de humor pueden hacer reflexionar al espectador. Además de exponer los distintos valores que cada uno tiene, en este caso, como reflejo de las posturas adoptadas por los protagonistas. Así como rencillas que están a flor de piel, pero que no se reconocen abiertamente, y que se muestran en momentos de gran tensión.

Como hemos dicho anteriormente, la película es cómica. Esto permite a los guionistas jugar con cambios de ritmos que permiten relajar aquellos momentos en los que la situación se torna dramática. Quizás esta técnica pueda ser contraproducente si se repite en varias ocasiones. Aunque también podemos entender que sean necesarias esas variaciones por las situaciones tan atípicas a las que se llegan.

Los actores hacen un buen trabajo, consiguiendo acompañar los cambios en el ambiente y transmitiendo los sentimientos que corresponden a cada situación. Especialmente cabe destacar a Guillaume de Tonquédec y Patrick Bruel, quienes además muestran una gran versatilidad en sus expresiones corporales. El espectador puede notar la diferencia entre las personalidades de ambos viendo sus posiciones en las escenas, especialmente cuando están todos hablando en el salón.

La película fue un éxito en taquilla en Francia. Y la calidad de las interpretaciones se vio reconocida en los premios César (máximo galardón del cine francés) con la victoria en las categorías a mejor actor secundario (de Tonquédec) y mejor actriz secundaria (Benguigui). Además de candidaturas a mejor película, mejor actor y mejor guión adaptado en esos mismos premios.

Por si fuera poco con todo lo anterior, una muestra más del éxito que tuvo la película es el remake italiano que se hizo. Bajo el título El nombre del bambino (Il nome del figlio, 2015), la directora Francesca Archibugi (Questione di cuore, 2009) nos cuenta la misma historia que El nombre. Los cambios más notables, a causa del mercado en el que se encontraban, son el uso de otros actores, evidentemente, así como otros nombres para los personajes y la utilización de flashbacks para explicar las relaciones existentes cuando todos los protagonistas eran más jóvenes. Es este último recurso, el que en el caso de la adaptación italiana, permite empatizar más con los personajes.

Como conclusión, si tenemos la oportunidad de ver alguna de las dos versiones o ambas, tendremos una comedia para pasar más de una hora y media. Ambas tienen un reconocimiento por parte de sus academias de cinematografía y de los críticos especializados.

En los tráilers hay algunas muestras de las situaciones que se viven por elegir un nombre que no es del agrado de todos.

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