Diario del Cineasta

‘Ben-Hur’: ¿cuántos remakes resiste una joya del cine?

Ha llovido lo suyo desde 1907, año en el que se gestó en formato cortometraje, a la postre, una de las películas que cambiarían el modo de hacer las cosas en Hollywood. Una historia de redención, amor, lealtad, sufimiento, sacrificio, venganza, honor, amistad y religión, una historia universal que más tarde, con su película en 1925 y de nuevo en 1959 (y 11 Óscars de la Academia mediante) el cine de bajo presupuesto pasó a la historia… acababa de nacer la más grande historia jamás contada, acababa de nacer Ben-Hur

INICIOS PROBLEMÁTICOS

Con el cortometraje de 1907 y una demanda por parte de los herederos del autor de la famosísima novela, Lewis Wallace, demanda que supondría un punto de inflexión también en el terreno de los derechos de autor. Una vez solucionado los problemas de derechos de autor del best seller, con una obra de teatro siendo un éxito rotundo en Broadway allá por 1899, Metro Goldwyn Mayer fundada por Marcus Loew echaría la casa por la ventana al apostar casi 4 millones de dólares (más otros 600.000 por los derechos de autor) en una producción muda en 1925. Innumerables problemas en su producción, la sustitución de parte del staff y del protagonista principal Raoul Wals por Ramón Novarro no impidieron que la película fuera un rotundo éxito con una recaudación de 9 millones de dólares y un lugar en la memoria de todo aficionado al cine de aventuras, por lo menos hasta que llegó 1959 y con ella…

ÉXITO ABSOLUTO

El éxito del remake de 1959 fue tal que todos los problemas que surgieron tales como obviarle a la estrella del film, Charlton Helston, que para hacer mucho más creíble la interpretación de Stephen Boyd y por expreso deseo del director de la película, William Wyler, acentuara hasta el límite la amistad que se veía en pantalla hasta casi palpar la homosexualidad en el personaje antítesis del protagonista fueron nimios.
Su presupuesto fueron 15 millones de dólares que se convirtieron solo en las fronteras Americanas en 70. La crítica se puso a sus pies y la Academia la premió con 11 de las 12 estatuillas a las que optaba.
Ni Paul Newman ni Burt Lancaster ni Rock Hudson accedieron a protagonizar Ben-Hur, por lo que el papel cayó en Charlton Heston y aunque en un principio el director no estuvo muy contento con la interpretación de este, al final quedó convencido.

CUADRIGAS DE FUEGO

La película nos narra la vida de una familia de Judea que vive acomodada y apaciblemente hasta que un antiguo amigo de estos, y por una jugarreta del destino, la familia es condenada al ostracismo. Ellas, la madre y la hermana del protagonista de la aventura Judá Ben-Hur, son condenadas al valle de los leprosos, él, a galeras, lugar del que nadie sobrevive. Pero el deseo de venganza de Judá en mayor de lo que cabía esperar y no solo sobrevive sino que en una batalla salva la vida del general de las legiones y este, tras intentar quitarse la vida, proclama a Judá Ben- Hur como su hijo, hecho que usará para volver a Judea e intentar recuperar su honor y su prestigio a la vez que a su familia; aunque para ello tendrá que enfrentarse al causante de sus males en una carrera de cuadrigas mortal.
Y esta carrera de cuadrigas es el punto álgido de la historia. En la versión muda se rodó en un plano secuencia de 40 cámaras, 61.000 metros de película y 4.000 extras.


En la versión de 1959 en los estudios Cinecittà de Roma se contruyó el mayor decorado jamás creado en 73.000 metros cuadrados. Andrew Marton y Yakima Canutt  dirigirían la espectacular secuencia en una pista de 460 metros de largo y cinco pisos de altura en las gradas. Todo esto fue tallado en una cantera, trabajo que les llevó un año entero. Se compraron 78 caballos así como cuidadores y veterinarios, se construyeron carros romanos con pesos aproximados a los 400 kg. Lo que no muchos saben es que son los protagonistas del film, Charlton “Judá Ben Hur” Heston y Stephen “Messala” Boyd los que hicieron la escena ellos mismos, incluso la de la caída y atropello de Messala. Esta escena tardó tres meses en rodarse. Varias cámaras en 70 MM montadas en un vehículo rodaron esta bella y espectacular escena que pasó automáticamente a los anales de la historia.

RE-RE-REMAKE?

Y de nuevo este año de nuestro señor de 2016, Timur Bekmambetov, el firmante de Wanted, Jack Huston (nieto del gran John Huston) en el papel de Judá Ben-Hur y Toby Kebbell (Rockn´Rolla) como Messala, intentarán atraer al cine a las masas, para volver, otra vez, a obnubilarnos con esta historia tan antigua como la vida y tan actual como cualquier otra. Habrá que esperar hasta Septiembre en España para ver si de nuevo nos toca la fibra o solo nos hace pasar un rato agradable… en cualquier caso, que grande es el cine.

 

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